Cuadros de caballos

Las pinturas de caballos tienen algo especial, será por tratarse de uno de los más nobles animales que durante tanto tiempo nos acompaño de cerca. 

Hasta hace nada, con la invención de los coches, los caballos eran más comunes que los perros y los gatos, y aunque supusieran una suciedad extra a las calles de los siglos pasados, estas nobles criaturas siempre cautivaron la atención de artistas.

Hasta nuestros días sobreviven multitud de representaciones equinas o hípicas, en las que la belleza de este animal es glorificada.

Por qué comprar pinturas y dibujos de caballos

Si te gustan los caballos esa pregunta ya te sobra, ¿y a quién no le gustan los caballos? 

Ah... bueno sí, a este tipo:

Dejando las bromas a un lado.

Durante muchos años, la cumbre de una pintura de representación animal ha sido un lienzo en el que una manada de caballos salvajes corren sobre un paisaje natural. La dificultad de estas representaciones de tinde realista es sin duda alta, sin embargo grandes obras están a nuestra disposición, tanto antiguas como modernas.

Los cuadros ecuestres

Una pintura ecuestre es aquella que representa a un general o emperador, noble o soldado, sobre un caballo, generalmente con una postura diferente. 

Dato curioso: Se dice que si el retrato era post-morten (pintado tras la muerte del personaje militar representado), si el caballo reposaba sobre sus dos piernas traseras, el militar había muerto en combate, si lo hacía con las cuatro piernas reposando sobre el suelo, había muerto en la cama. Y si lo hacía con una pata levantada había muerto en la cama por heridas de guerra.